CONSTRUYENDO AUTONOMÍA POLÍTICA ROMANÍ
No podemos más que empezar rememorando a nuestros ancestros, las que resistieron, los que cayeron en las emboscadas de los reyes, las que no se fueron, las que quedaron sin orejas, los ahorcados, las esclavizadas, los que fueron flagelados, las que se rebelaron abandonadas a su suerte en una celda… negada su existencia misma, nuestros mayores persistieron en existir y así nosotras (re)existimos.
En un ritual de autoafirmación de sus identidades hemos sido nombrados por nuestros `vecinos´ como cobardes o temerarios, mujeres libertinas o sometidas al machismo, personas sin honor, siempre violentos, ladrones, indignas de confianza, irracionales, incivilizados…
Hoy nos encontramos una Europa que, proclamando abiertamente su antigitanismo, llama a la limpieza étnica e incluso el exterminio; pero ni nuestro pueblo, ni nuestros valores, ni nuestra cultura son el problema, como nunca lo han sido. Se hace urgente señalar el origen del problema, y también su color, por eso no hablaremos de la `cuestión gitana´ sino que con mayor precisión hemos de apuntar desde ahora a la cuestión gachí, la `cuestión blanca´ en definitiva, ejerciendo así nuestra legitimidad para nombrar y definir el mundo de acuerdo con las condiciones de nuestra existencia.
En este momento crítico para los Roma de europa, hacemos honor al legado de nuestras mayores proclamando nuestra dignidad como humanos, nuestra integridad como pueblo y la autonomía de nuestra voluntad; cuestionamos el poder gachó, el privilegio blanco y reivindicamos nuestro derecho y voluntad de seguir siendo lo que siempre hemos sido, sin miedos, sin titubeos y llenos de ese orgullo ancestral que nuestras antepasadas nos brindaron como herencia.
Cuestionaremos el modelo civilizatorio que nos ha querido imponer la modernidad europea y hacemos un llamamiento a la unión de las fuerzas romaníes para la creación de espacios autónomos que reten a la administraciones del estado sin complicidad, desde una perspectiva decolonial e independiente, apuntando a la raíz del problema: la colonialidad de la epistemología blanca y la relación de poder y subordinación que sustenta.
Confrontamos un problema político con armas políticas, confrontamos el poder con poder, frente a una sociedad que nos estigmatiza, nos excluye, nos oprime y nos sitúa al margen para afianzar su privilegio, ofreciendo artificiosos discursos integradores envenenados de sumisión y asimilación, nosotros elegimos la autonomía y la autoorganización romaní como vías de emancipación para nuestro pueblo y como método de confrontación contra el antigitanismo de estado que ha marcado, a sangre y fuego, la historia de este país.
No estamos aquí para ser toleradas, ni para legitimar políticas integradoras que mantengan la situación de injusticia y desigualdad, ni para negociar parches o remiendos que oculten la perversidad que ha fraguado este país durante más de 500 años. Como dice nuestro nombre, Kale Amenge, estamos aquí por los nuestros, estamos aquí para alzar nuestra voz, para demandar la reparación histórica que nuestro pueblo merece, estamos aquí para contribuir a la emancipación colectiva del Pueblo Romanó.